Aunque
muchos niños/as se quedan despiertos hasta tarde en los largos días
de verano, una vez comienza la escuela en otoño deben regresar a sus
rutinas normales de sueño.
Un
sueño adecuado es esencial para el éxito académico y el bienestar
general de los/as niños/as, un niño de tres a cinco años necesita
entre once y trece horas de sueño por noche. Los/as niños/as de
cinco a doce años necesitan al menos entre diez y once horas por
noche.
Desde
la memoria hasta el juicio, la duración de la atención, la
estabilidad emocional e incluso la inmunidad, la privación de sueño
afecta a los/as/ niños/as en edad escolar negativamente.
Los/as
niños deben anticipar el primer día de clases y comenzar a irse a
la cama más temprano para evitar la sensación de somnolencia diurna
y asegurar una transición fácil al aula.
Alrededor
de una semana antes del inicio de la escuela, comience a ajustar sus
horas de acostarse y levantarse. Este cambio incremental podría ser
difícil al principio, pero se hará más fácil y asegurará que no
se sientan mal los primeros días de clases.
Dado
que la falta de sueño puede acumularse y tener efectos nocivos para
los/as niños/as, es recomendable sacar los dispositivos electrónicos
de la habitación del niño/a, para que sea lo más calmada y
pacífica posible.
Según
expertos de la Universidad de Alabama en Birmingham: “Se ha
demostrado que incluso dormir con una televisión encendida les priva
de 20 minutos de sueño por noche, que puede no parecer mucho pero
que se acumula en una semana”.
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