Con
el comienzo del curso llega la hora de matricularse de las clases
extraescolares. Sin embargo, como sus padres siempre habéis sido
partidarios de que vuestros/as hijos/as tengan tiempo por las tardes
para poder hacer los deberes y estudiar un rato, pero también para
salir a jugar, disfrutar con sus hermanos/as, amigos/as, estar con
vosotros… ¿Es obligatorio que asista a clases extraescolares para
que su educación sea adecuada?
Lo
cierto es que las actividades extraescolares, sean del tipo que sean
(físicas o mentales), favorecen el desarrollo de vuestros/as
hijos/as, les ayudan a fomentar su creatividad, a mejorar en sus
estudios, a saber relacionar con otros niños, etc. Sin embargo,
demasiadas clases pueden acabar agotándole física y mentalmente,
sobre todo si alguna de esas actividades no le agrada. Son un recurso
acertado siempre y cuando no supongan una sobrecarga para los
escolares y les dejen tiempo para jugar.
Por
eso, si en el centro no existen actividades que le gusten a tu niño/a
o los horarios no os vienen bien, no existe ninguna ley que te
obligue a apuntarle a alguna actividad después del horario escolar
siempre y cuando te asegures de que:
– Dedica
parte de su tiempo por las tardes a jugar al aire libre o practicar
algún deporte con otros amigos/as o familiares.
– Fomenta
su imaginación y creatividad dibujando, imaginando historias o
juegos nuevos, moldeando con plastilina…
– Te
ayuda en las tareas de la casa para ir fomentando su responsabilidad.
– Va
bien en el colegio, saca buenas notas y hace sus deberes.
– No
se pasa la tarde encerrado en su habitación jugando al ordenador o
la consola o viendo la televisión.
– Tiene
amigos, sabe relacionarse con otros niños/as de su edad y hacer
nuevas amistades.